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  • Tania Meza

Tratamiento esguince de tobillo

El esguince de tobillo constituye una de las lesiones más frecuentes que se producen, representando el 30% de las lesiones del aparato locomotor.


El esguince se produce por una distensión o una ruptura parcial o total del ligamento, causada por lesiones directas sobre este así como un mecanismo de inversión forzada del pie produciendo lesiones por tracción.

Tratamiento esguince de tobillo DF

Existen 3 tipos de esguince:

  1. Esguinces de primer grado: Se generan micro desgarros, se presenta dolor leve sin pérdida de la funcionalidad.

  2. Esguinces de segundo grado: Se genera daño en menos del 50% del ligamento, el dolor en este grado es moderado, existe hipersensibilidad al tacto y pérdida de la funcionalidad.

  3. Esguinces de tercer grado: Se genera lesión completa del ligamento, el dolor es intenso, y existe pérdida de funcionalidad articular.

La intervención de un especialista como un fisioterapeuta, dependerá del grado del esguince. Anteriormente el tratamiento consistía en la inmovilización prolongada del pie, sin embargo, en la actualidad esto se ha ido modificando, debido a sus múltiples beneficios la movilización precoz y el tratamiento funcional es la mejor opción ya que existen diversas técnicas y protocolos que permiten una recuperación óptima como lo son:

  • Crioterapia: Provocando una vasoconstricción localizada, lo que disminuirá el riego sanguíneo en la zona afectada, siendo este recomendado después de las 24 horas de la lesión.

  • Electroterapia: Disminuye el dolor y dependiendo de la dosis puede promover el flujo sanguíneo.

  • Masaje: Promueve el retorno venoso, mejora la movilidad, ayuda a relajar músculos afectados por la inmovilidad.

  • Movilizaciones del segmento afectado para recuperar movimiento en el pie, en caso de que haya sucedido,

  • Ejercicios de propiocepción: La propiocepción es la capacidad de la articulación de responder a esfuerzos rápidos y bruscos. Para evitar recidivas es muy importante establecer el trabajo propioceptivo dentro del tratamiento.

  • Estiramientos: Estos nos ayudarán a recuperar la capacidad de elongación de un músculo después de un periodo de inmovilización.

  • Neurovendaje: El vendaje neuromuscular ayuda al drenaje de elementos de desecho derivados de los procesos inflamatorios, facilita la función de los ligamentos, tonifica o relaja músculos, ayuda a la propiocepción en fases más avanzadas del proceso de rehabilitación o readaptación del tobillo.

El diagnóstico adecuado y la pronta intervención previenen complicaciones, ya que la recidiva es muy frecuente por pérdida de la propiocepción en un 3% a 34%.


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