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Alejandro Lucero

Dolor en el talón



El dolor en el talón es un síntoma muy frecuente en los deportistas (y aun en los no deportistas), la mayor parte de las veces se origina en una zona crítica en el hueso calcáneo o talus (por su parte plantar), donde se origina la fascia plantar, la cual es una estructura en forma de abanico alargado que llega hasta la base de los dedos y cuya función mecánica principal es contribuir a la estabilidad del pie y a la propulsión en la marcha y en la carrera. También puede originarse en la región posterior del talón en torno a la inserción del tendón de aquiles, de lo cual hablaré en otro “posteo”.


Comúnmente a la causa del dolor de talón en la planta del pie se le llama Fascitis Plantar (inflamación de la fascia), este nombre es controversial, porque en casos avanzados no se han podido identificar las células o sustancias químicas que caracterizan a la inflamación, por lo que algunos autores atinadamente le llaman fasciopatía plantar (enfermedad de la fascia). En otra época se pensaba que el dolor en el talón se debía al “Espolón Calcáneo”, una calcificación de la fascia a nivel de dicho hueso, sin embargo, hoy sabemos que muchas personas que padecen dolor en el talón no tienen el espolón y otras que sí lo tienen se mantienen sin síntomas.




El origen de las alteraciones en la fascia plantar y con ello el dolor en el talón es, como la mayoría de las lesiones en los corredores, multifactorial, y cada uno de ellos debe ser evaluado y modificado para lograr un tratamiento efectivo y disminuir el riesgo de que la lesión pueda regresar (situación bastante frecuente); esto se traduce en un abordaje integral, de manera que no hay pastilla, plantilla, masaje o vendaje mágicos, sino un análisis detallado de la forma del pie, la postura corporal y de las extremidades, la técnica de carrera, la metodología del entrenamiento, la progresión de las cargas, el calzado, la flexibilidad y la fuerza, los imbalances musculares y la flexibilidad, etc. para luego implementar medidas correctivas para cada uno aunado a tratamiento específico: ejercicio terapéutico, terapia por onda de choque y/o medicamentos; desafortunadamente, parte del tratamiento es el cese del entrenamiento... solo quedará el entrenamiento cruzado. Alrededor del 10 % de las personas con fasciopatía plantar no responderán al tratamiento conservador, lo que los hará candidatos al tratamiento quirúrgico, mucho mejor solución que la peligrosa infiltración.


Una buena noticia es que la mayoría de las personas con fasciopatía plantar tendrán remisión de sus síntomas en 6 meses, con, sin o a pesar del tratamiento (ja!), desafortunadamente, solo la mitad de los corredores sanarán espontáneamente, de manera que necesitarán tratamiento, además, estoy seguro que ninguno estará dispuesto a dejar de correr 6 meses.



Referencias

  • Stuber y Kristmanson. Conservative therapy for plantar fasciitis:a narrative review of randomized controlled trials. J Can Chiropr Assoc 2006.

  • Shippert y cols. Recent updates in the management of plantar fasciitis. Current Orthopaedic Practice 2009.

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