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  • Merit García

Indicadores tempranos del trastorno del espectro autista (ASPERGER)


El Trastorno del Espectro Autista según Wing y Gould, es la alteración en las capacidades de la interacción social, la comunicación y la imaginación.

Actualmente es posible identificar indicadores tempranos de esta condición de los 9 a los 18 meses de edad. En este artículo se mencionan datos relevantes que se presentan en el desarrollo de un niño en esta edad, de manera que se puedan identificar posibles anormalidades en este aspecto.



En el desarrollo normal de un niño de los 9 a los 18 meses de edad, éste es capaz de compartir experiencias con otros y buscar la manera de comunicar lo que necesita. En los niños con este trastorno hay ausencia de estas pautas de comunicación intencionada.

Se observan retrasos en su desarrollo social (falta de respuesta al contacto ocular así como de iniciativa de relación con papá o mamá), sospecha de sordera por su falta de atención y de respuesta a su nombre y al lenguaje, pudiéndose comportar más tranquilo expresivamente en el primer año y carencia del juego de ficción (no representa con objetos o sin ellos situaciones, acciones, episodios, etc.).



Otros indicadores típicos de este trastorno en la etapa de los 18 a los 36 meses de edad que se han identificado en diversos estudios son:


1.- No comparte focos de atención. (“mirar lo mismo que otros”).

2.- Tiende a no mirar a los ojos.

3.- No mira a los adultos para comprender situaciones que le interesan o extrañan.

4.- Presenta juego repetitivo o juega de forma inusual (gira la llanta de un carrito una y otra vez) o rituales de ordenar (poner en fila coches, alinear los juguetes, etc.).

5.- Se resiste a cambios de ropa, alimentación, itinerarios o situaciones.

6.- Se altera mucho en situaciones inesperadas o que no anticipa (fiestas de cumpleaños).

7.- Atiende obsesivamente, una y otra vez, a las mismas películas de video.

8.- Llora o grita en situaciones de cambio.

9.- Carece de lenguaje, o si lo tiene, lo emplea repitiendo lo que le dicen o lo utiliza de forma poca convencional.

10.- Es complejo “compartir acciones” con él o ella.

11.- Frecuentemente pasa por las personas como si no estuvieran.

12.- Parece que no comprende o que “comprende selectivamente” sólo lo que le interesa.

13.- Pide cosas, situaciones o acciones, llevando de la mano.

14.- No suele ser él quien inicia las interacciones con adultos.

15.- Ignora a los niños de su edad, no juega con ellos.

16.- Llora sin sentido. Llanto poco expresivo, difícil de interpretar.

17.- Rigidez y resistencia al contacto.

18.- Ausencia de gestos y actitudes expresivas. Falta de sonrisa al rostro, indiferencia.

19.- No imita sonidos, gestos, dificultad para imitar movimientos.

20.- Cara poco expresiva, triste e indiferente. Ausencia de mímica facial.

Cabe mencionar que hay niños con este trastorno que fueron perdiendo capacidades de relación, expresividad facial o lenguaje que previamente habían adquirido.

Una vez identificado algunos de estos indicadores en el niño, es importante llevarlo con un especialista en el tema para que haga las evaluaciones correspondientes y establecer el diagnóstico para elaborar el plan terapéutico, mientras más temprana se inicie la intervención, el pronóstico mejora considerablemente.

BIBLIOGRAFÍA

  • Riviére, A. y Martos,J.(Comp.)(2000).El niño pequeño con Autismo. APNA.

  • Rondal, J. y Seron, X.Trastornos del lenguaje 2.PAIDOS.Barcelona

  • Aranda,R.(2008).Atención temprana en Educación infantil.Wolters Kluwer.España.

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