- Sandra Mora
Dolor en brazos y piernas causado por el sÃndrome doloroso regional complejo.
El SÃndrome Doloroso Regional Complejo (SDRC) es definido como una alteración caracterizada por dolor espontáneo o inducido, desproporcionado con relación al evento inicial y que se acompaña de una gran variedad de alteraciones autonómicas y motoras, dando lugar a una gran diversidad de presentaciones clÃnicas. (International Association for the Study of Pain, 1994)
En términos generales es un proceso doloroso, mediado por una respuesta anormal del sistema nervioso y otros sistemas, que genera cambios en los tejidos corporales, habitualmente aparece tras un evento nocivo (traumatismo o cirugÃa), aunque a veces surge espontáneamente. Presenta diversas fases evolutivas y diferentes manifestaciones clÃnicas según la etapa en la que se encuentre.
Etapa 1: Aguda inflamatoria: Dolor, sensibilidad aumentada, acumulación de lÃquidos de desecho en la extremidad afectada, aumento de llegada de sangre en una zona, piel rojiza, alteraciones de la coloración de la piel, asà como espasmo muscular, debilidad muscular y dificultad en la movilidad articular
Etapa 2: Distrófica: Dolor, sensibilidad aumentada, aspecto azulado de la piel (cianosis) crecimiento irregular del vello, estrÃas cutáneas, como también alteración del tono muscular, disminución de volumen muscular, mayor debilidad muscular y limitación de movilidad articular
Etapa 3: Atrófica: Dolor, frialdad, cianosis, disminución de volumen cutáneo, muscular y óseo Alteración del tono muscular, retracción muscular, rigidez articular con progresión a imposibilidad de movimiento en una articulación
Un estudio realizado en Estados Unidos reveló mayor afectación en mujeres de entre la quinta y la séptima décadas de vida, predominantemente en las extremidades superiores.
El dolor espontáneo o ardiente, la hiperalgesia (sensibilidad aumentada a un estÃmulo nocivo), y la alodinia (dolor provocado por estÃmulos inocuos, como el tacto suave) son sensaciones comunes durante el sÃndrome. Estas sensaciones son sÃntomas clave que aparecen en más del 90% de personas con SÃndrome Doloroso Regional Complejo.
En el 75% de personas, aparece dolor espontáneo, con intensidad fluctuante, puede empeorar con el ejercicio o la movilización, y también con la inmovilización forzada, asà como con los cambios de temperatura o con las situaciones en que aumente la ansiedad del paciente. Generalmente se describe como un dolor quemante o punzante, localizado más en estructuras profundas, como músculo o hueso, que en la piel.
Diagnóstico
Actualmente la manera más aceptada para el diagnóstico de SDRC es mediante la aplicación de Criterios de Budapest. (Tabla 2: http://www.elsevier.es/es-revista-seminarios-fundacion-espanola-reumatologia-274-pdf-S1577356611001011).
El paciente debe reportar uno de los sÃntomas en cada una de las 4 categorÃas para realizar el diagnóstico clÃnico. Se puede hacer uso de estudios de gabinete para apoyar el diagnóstico como el ultrasonido doppler, la densitometrÃa, estudios reumatológicos, radiografÃas simples entre otros.
El tratamiento del SDRC es diverso, generalmente de abordaje multidisciplinario siendo prioridad la rehabilitación funcional de la extremidad para evitar la discapacidad y limitación en la movilidad asociada a dolor; la fisioterapia es efectiva, y tienen una fuerte evidencia dentro de la mejorÃa funcional y de dolor en los pacientes con SDRC.
La terapia fÃsica se encarga de minimizar el edema, desensibilizar el dolor de extremidad, normalizar sensibilidad, promover posturas adecuadas, disminuir la pérdida de masa muscular, entre otras.
Se emplean diversas modalidades terapéuticas, dentro de las que destacan la cinesiterapia activa y pasiva, retroalimentación visual de espejo, estimulación sensorial con texturas y/o temperaturas entre otras, teniendo como objetivo principal el aumento de la función de la extremidad.
Puntos importantes a considerar:
Por lo general, sólo el 0.5-2% de los pacientes con lesiones/traumatismos desarrollan SDRC.
Algunos pacientes con SDRC no tienen antecedentes de trauma.
El SDRC puede tener presentaciones diversas con cada persona mostrando sÃntomas y signos diferentes, como extremidades frÃas o calientes, edema, alodinia, hiperalgesia, sudoración anormal y cambios en el tejido de la piel y las uñas.
El SDRC está casi universalmente restringido a una extremidad (superior o inferior) y a menudo con cronicidad, los sÃntomas (especialmente el dolor) progresan hacia arriba de la extremidad, a menudo hasta el hombro/cadera, pero no más allá.
Los signos periféricos en su mayorÃa desaparecen en la fase crónica de la enfermedad, aunque el dolor permanece en su mayorÃa.
El tratamiento de elección es la terapia fÃsica y ocupacional, dejando como segunda lÃnea las terapias farmacológicas, psicológicas y opciones intervencionistas.
La terapia fÃsica propicia el aumento de la función de la extremidad.
El SDRC es una entidad reconocida desde hace más de 100 años que si bien puede resultar confusa en el diagnóstico debe precisarse con el sÃntoma cardinal: El dolor; y asà promover su manejo precoz para evitar la pérdida de la funcionalidad.
Referencias.
1. Russoa, M., et. al. (2018) A new hypothesis for the pathophysiology of complex regional pain syndrome. Medical Hypotheses 119, 41–53.
2. Atkins R. M. (2003) Aspects of current management: Complex regional pain syndrome. The journal of bone and joint surgery. (85)8, 1100-1106.
3. Hernández-Porras, B. C., & cols. (2017) SÃndrome doloroso regional complejo: revisión. CirugÃa y Cirujanos. 85(4), 366-374.
4. Marquez, E. & cols. (2012). SÃndrome de dolor regional complejo. Seminarios de la fundación española de reumatologÃa. 13(1) :31–36