¿Qué es la enfermedad EVC?

El Evento Vascular Cerebral (EVC) es una alteración neurológica vascular que se caracteriza por su aparición rápida con signos clínicos de alteración focal o global de la función cerebral, causando secuelas o muerte; destaca como la causa más común de incapacidad funcional en adultos; puede aparecer cuando una arteria se obstruye produciendo interrupción o pérdida repentina del flujo sanguíneo cerebral o bien, ser el resultado de la ruptura de un vaso, dando lugar a un derrame.
El EVC constituye la tercera causa de muerte y la primera de discapacidad en los países desarrollados. Aproximadamente el 50% de las personas que presentaron un EVC, necesita de los servicios de rehabilitación ya que presentan limitaciones funcionales o secuelas que repercuten en las actividades propias del individuo y en su participación con el medio ambiente.
Los accidentes vasculares cerebrales se clasifican en dos grupos: isquémicos causados por la interrupción de la irrigación sanguínea o hemorrágicos producidos por la rotura de un vaso sanguíneo. Aproximadamente el 80% de los accidentes vasculares cerebrales son de origen isquémico.
Las causas principales de un accidente isquémico son:
Trombosis: Oclusión de un vaso sanguíneo ocasionada por un coágulo local.
Embolia: Oclusión de un vaso sanguíneo ocasionada por un coágulo procedente de otra zona.
El accidente hemorrágico puede ser intracerebral o intracraneal:
Intracerebral: La sangre se dispersa directamente en el tejido cerebral formando un hematoma.
Intracraneal: Acumulación de sangre dentro del espacio craneal.
Los signos de alarma pueden durar sólo unos cuantos minutos y luego desaparecer, o pueden preceder a un EVC que requiera atención médica inmediata; algunos signos clínicos se pueden presentar como:
Entumecimiento, debilidad o parálisis de la cara, el brazo o la pierna, en uno o ambos lados del cuerpo que aparece de forma repentina.
Ocurrencia súbita de visión borrosa o reducción de la visión en uno o ambos ojos.
Aparición brusca de mareos, pérdida del equilibrio o caídas sin explicaciones.
Incapacidad repentina para comunicarse ya sea por dificultad para hablar o entender.
Aparición súbita de dolor de cabeza, de gran intensidad y sin causa conocida.

Secuelas:
Después de experimentar un accidente vascular cerebral , una de cada tres personas presenta algún grado de discapacidad o déficit por ejemplo:
Déficit motor: Parálisis en una o más extremidades, rigidez muscular, dificultad para caminar, mantener equilibrio y preservar la coordinación de los movimientos corporales
Déficit sensorial: Hipersensibilidad (sensibilidad excesiva ante estímulos sensorial) o hiposensibilidad ( falta o baja reacción ante un estímulo sensorial)
Déficit de lenguaje: Dificultad para expresarse, vocalizar, escribir y comprender el lenguaje verbal y/o escrito (afasias).
Déficit visual: Hemianopsia (ceguera de la mitad del campo visual)
Alteraciones de la deglución: Dificultad para comer o beber
En algunos casos también podría presentarse déficit cognitivo, trastornos vesico esfinterianos, trastornos afectivos y del estado de ánimo, dolor neuropático, cansancio, problemas de percepción corporal y espacial.
El diagnóstico de la patología está basado en una valoración clínica y estudios por imagen como la resonancia magnética y tomografía computarizada, también es muy importante conocer el origen, es decir, la arteria dañada y la zona que ésta irriga. Otros estudios que también nos pueden ayudar son la ecografía de las arterias, electrocardiogramas en caso de sospecha de arritmias cardíacas que puedan originar émbolos o angiografías.
Rehabilitación en el paciente con EVC: