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  • José María Castanyon

Rehabilitación para Lesiones Nerviosas


Lesiones Nerviosas: Axonotmesis, Neurotmesis y Neuropraxia.


La axonotmesis, neurotmesis y neuropraxia forman parte de una clasificación de las lesiones nerviosas periféricas, denominada clasificación de Seddon.

Una lesión nerviosa se describe como la afectación desarrollada por un daño en el sistema nervioso periférico, que es la red de comunicación que transmite información aferente y eferente entre el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y todas las demás partes del cuerpo.


ANATOMÍA


Los nervios periféricos están constituidos por fibras nerviosas y se encuentran recubiertos por 3 capas de protección: endoneuro, perineuro y epineuro; así mismo están formados por axones y células de Schwann presentándose en 2 tipos:

-Mielínicos (gruesos y con mayor velocidad de conducción).

-Amielínicos (finos y con menor velocidad de conducción).


ETIOLOGÍA


Las principales causas de estas lesiones son debido a heridas incisas, traumatismos directos, compresión, isquemia prolongada y, en menor frecuencia, quemaduras, lesiones eléctricas y congelación.

Las lesiones en los nervios periféricos son comunes debido a que este tipo de estructuras anatómicas se encuentran en zonas superficiales del cuerpo, por lo que son especialmente vulnerables a agentes externos.


INCIDENCIA


La mayor parte de lesiones nerviosas se localizan en el miembro superior, aproximadamente en un 75,3% de los casos. Además, el nervio que más comúnmente se lesiona es el nervio cubital, de forma aislada o bien se combina la lesión con otro nervio, que suele ser el nervio mediano.


CLASIFICACIÓN


Como mencionamos anteriormente, la clasificación de las lesiones en nervios periféricos más utilizada suele ser la clasificación de Seddon, la cual divide dichas lesiones en 3 diferentes formas:

  1. Neuropraxia: La lesión provoca la destrucción de la vaina de mielina, pero no afecta al axón o al tejido conectivo circundante. La interrupción en la conducción local se restaura en menos de 12 semanas.

  2. Axonotmesis: Destrucción de la vaina de mielina, sin daño al tejido conectivo de encapsulación (endoneuro), lo que funciona para el recrecimiento axonal.

  3. Neurotmesis: Existe una destrucción completa del nervio, con continuidad interrumpida en todas las capas. Se requiere intervención quirúrgica.

DIAGNÓSTICO


Debido a que la sintomatología de estas lesiones es muy variable, el diagnóstico inicial suele comprender una historia clínica detallada una exploración física y un examen neurológico del paciente. Posterior a esto se suelen ordenar pruebas más específicas, como una electromiografía o pruebas de velocidad de la conducción nerviosa.


TRATAMIENTO


Quirúrgico: Existen diversas técnicas para este tipo de tratamiento y siempre depende del tipo de lesión que se haya sufrido. En general suelen consistir en la descompresión de un nervio (neurolisis externa e interna) o, en caso de haber una ruptura, la sutura de ambos segmentos del nervio (neurorrafia terminoterminal) e incluso la colocación de un injerto en los casos cuando existe un defecto nervioso que no puede ser solventado de otra manera.


Motriz: La rehabilitación motriz depende del grado de movilidad y fuerza que se haya perdido posteriormente a la lesión. El objetivo es mantener la movilidad articular y la troficidad muscular. La intervención consiste en movilizaciones pasivas suaves. Pueden acompañarse de movilizaciones activo-asistidas cuando la actividad muscular lo permite. El mantenimiento de la troficidad de los músculos se consigue con estiramientos suaves y en un programa de electroestimulación para los músculos desnervados. La rehabilitación debe continuar en el domicilio con un protocolo de automovilización. Cuando la recuperación de la motricidad es superior, la rehabilitación activa puede empezar con un trabajo muscular analítico. Se inicia un trabajo muscular global, evitando las compensaciones.


Sensitivo: El objetivo es evitar la exclusión funcional por falta de uso y evitar las lesiones cutáneas por una agresión no advertida (cuando se pierde la sensibilidad y no se detectan estimulos dolorosos).

Cuando la sensibilidad se disminuye, el objetivo de la rehabilitación es que el paciente perciba nuevamente las sensaciones provientes de los receptores sensitivos en la piel. También es el momento de tratar las posibles sensaciones desagradables o disestesias. Las zona con poca sensibilidad se rehabilita con técnicas específicas de estimulación. La complejidad de los estímulos se progresa a medida que avanza la recuperación. Cuando la sensibilidad es aceptable, pero aún no normal, la rehabilitación se perfecciona con la terapia de múltiples texturas para adquirir un máximo de discriminación.



Referencias.

-Noël, L., & Liverneaux, P. (2014). Tratamiento y rehabilitación de las lesiones nerviosas periféricas. EMC - Kinesiterapia - Medicina Física, 35(2), 1–9.

-Ohana, M., Quijano-Roy, S., Colas, F., Lebreton, C., Vallée, C., & Carlier, R.-Y. (2012). Axonotmesis of the sciatic nerve. Diagnostic and Interventional Imaging, 93(5), 398–400.

-Juan Lois Guerra. (2018). Manual de fisioterapia, 2da edición. Ciudad de México, México: Manual Moderno.

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