Terapia Ocupacional para trastornos de Demencia.
Al hablar de demencia, probablemente pensemos en alguien que está “loco”, o que tiene una conducta “rara”. En la voz popular, el término “demente” se refiere a una persona que está “fuera de la realidad” o que dice cosas sin sentido, no obstante, esta creencia es lejana a la verdadera definición de la demencia.
Para hablar de demencia primero debemos de tener claro, qué es la cognición humana. Por definición, es el conjunto de procesos “mentales” que nos permiten realizar actividades de la vida diaria, algunos de estos procesos son: la memoria, la atención y el lenguaje. Por ejemplo, al momento de leer este texto, estas utilizando tu memoria a corto plazo, si no pudieras recordar lo que dice la oración anterior, el resto del texto no tendría sentido para ti. Ahora, ¿Te imaginas cómo sería olvidar constantemente todo? ¿Olvidar dónde dejaste las llaves, quiénes son las personas con las que vives ó cómo llegar a tu casa? Estas son algunas de las tantas situaciones que comúnmente viven las personas con demencia.
Pero, ¿Qué son las demencias? El Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales (DSM-IV), define a la demencia como un síndrome que incluye la pérdida de funciones cognitivas con un compromiso de la funcionalidad, es decir, pérdida de las actividades de la vida diaria para el óptimo funcionamiento laboral, social y familiar (Custodio, N., Montesinos, R., Alarcón, J; 2018).
A lo largo de su historia, la demencia se ha clasificado dependiendo del área de lesión cerebral, por lo que, a continuación se mencionan los distintos tipos de demencia que existen:
Diagnóstico
De acuerdo con el DSM-IV se requiere que para su diagnóstico, el deterioro de la memoria sea el signo más precoz y sobresaliente lo que quiere decir que, la capacidad para aprender información nueva esté disminuida. A continuación se mencionan los signos más comunes en personas con demencia:
AFASIA: Dificultad para nombrar objetos.
APRAXIA: Deterioro en la realización de secuencias motoras, como vestirse o comer.
AGNOSIA: Dificultad para reconocer objetos.
Estos síntomas además de, los mencionados en la imagen, se han denominado las 5 A´s del Alzheimer y nos ayudan a identificar los signos de una persona que probablemente presenta este tipo de demencia.
Finalmente, es importante aclarar que, la demencia no le sucede solamente a los adultos mayores si no también, puede aparecer debido a un infarto cerebral.
Intervención
Con el objetivo de que la persona con demencia pueda mejorar su calidad de vida, es importante que la intervención sea de manera multidisciplinaria en otras palabras que se trabaje de manera colaborativa entre los terapeutas, médicos, cuidadores y familiares.
Uno de los puntos más importantes en los que hay que intervenir es en la conducta, si no se realiza su manejo adecuado, todo lo que intentemos realizar para mejorar la calidad de vida de la persona, se verá entorpecido. La intervención de tipo conductual requiere un análisis de la conducta e identificar factores desencadenantes de las conductas alteradas, debido a que, a veces el círculo social de la persona con demencia, refuerza conductas que no son socialmente aceptadas y esto puede alterar aún más su funcionalidad. Por ejemplo, un cuidador podría estar reforzando una conducta agitada si sólo presta atención a su familiar con demencia en los momentos en que éste se muestra inquieto o agitado; otras conductas del cuidador que pueden crear o mantener Síntomas psicológicos y Conductuales de la Demencia son: trato paternalista, autoritario o infantilizante, exasperación, ignorar a la persona, imponer cosas o luchas de poder o preguntar frecuentemente lo mismo con la intención de que el paciente lo recuerde (Olazarán-Rodríguez,J., Aguera-Ortiz, L., Muñiz-Schwochert. R; 2012)
Por otra parte, la intervención por medio de actividades significativas de acuerdo con la ocupación de la persona, así como el ejercicio físico son importantes para disminuir la progresión de los signos de la demencia y prolongar la funcionalidad de la persona.
Si tienes un familiar con demencia está bien necesitar orientación y apoyo, no dudes en contactar profesionales de salud.
Demencia en el adulto mayor.
Como ya hemos descrito anteriormente, debemos evitar tratos paternalistas autoritarios o infantilizantes con el adulto mayor con demencia. La persona con demencia no es un niño que ha perdido sus capacidades, es importante este punto ya que en ocasiones muchas conductas negativas de los adultos mayores son reforzadas por otras conductas de cuidadores o familiares que desconocen qué es la demencia.
Por ello nos parece importante profundizar en este aspecto. En el siguiente cuadro encontrarás algunos ejemplos que te permitirán comprender y tratar de manera adecuada a las personas con demencia.
Estos y otros ejemplos pueden surgir en el día a día de una persona con demencia, por ello es importante prevenir conductas negativas, y prolongar en la medida de lo posible la independencia en sus actividades de la vida diaria para que el adulto mayor mantenga sus roles y hábitos. De esta forma su calidad de vida y la dinámica familiar o dentro de la institución donde se encuentre, puede mejorar.
Referencias.
Asociación americana de Psiquiatría. (2018). Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales. Suplemento. Consultado en: https://psychiatryonline.org/pbassets/dsm/update/DSM5Update_octubre2018_es.pdf
Custodio, N., Montesinos, R., Alarcón, J. (2018). Evolución histórica del concepto y criterios actuales para el diagnóstico de demencia. En Revista Neuropsiquiatría. 81. Consultado en: https://www.researchgate.net/publication/330121845_Evolucion_historica_del_concepto_y_criterios_actuales_para_el_diagnostico_de_demencia
Gutiérrez, L. (2014). Demencias en México: la necesidad de un plan de acción. En Demencias, una visión panorámica, pg. 9. UASLP. Consultado en: http://www.geriatria.salud.gob.mx/descargas/publicaciones/Demencia.pdf
Portellano, J.E. (2005) “Introducción a la Neuropsicología” McGraw Hill: España. pg 327.
Olazarán-Rodríguez,J., Aguera-Ortiz, L., Muñiz-Schwochert. R., (2012) Sintomas psicológicos y conductuales de la demencia: prevención, diagnóstico y tratamiento. Revista de neurología. 55. Consultado en: http://www.alzheimeruniversal.eu/wp-content/uploads/2013/05/Sintomas-psicologicos-y-conductuales-de-la-demencia-prevencion-diagnostico-y-tratamiento.pdf
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